Entrevista a Miguel A. Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia
Dice que la tramitación de los proyectos de modernización no admiten más demoras
Publicado en www.lavozdegalicia.es
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| Miguel A. Cadenas |
14-03-2011. Miguel Ángel Cadenas, presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, es de los que piensan que las reformas judiciales básicas para poner al día la administración de Justicia no pueden seguir esperando. La pasada semana participó en Madrid en una cumbre del Consejo General del Poder Judicial y los presidentes de los tribunales superiores, en la que la cúpula del poder judicial hizo un pronunciamiento sin precedentes. Le dijeron, sin tapujos, a las fuerzas políticas que la situación es tan grave que no admite demoras. Pero resulta obvio que el momento político y económico no es el más idóneo.
-No es habitual que un poder del Estado acucie a los otros, como ha hecho esta semana el judicial con el ejecutivo y el legislativo....
-Que no sea habitual no quiere decir que no sea correcto y necesario. Lo que hicimos el Consejo y los presidentes de los tribunales superiores fue instar a las fuerzas políticas a considerar prioritarios y de urgente tramitación los proyectos de ley aprobados para modernizar la Justicia.
-¿Es casual que esta reunión coincida con la publicación de los resultados del último barómetro del CIS en el que la Justicia no sale precisamente muy bien parada?
-Yo lo veo exclusivamente desde el punto de vista de la Justicia. Poner de relieve la urgencia del problema es legítimo.
-Pero no se han limitado a decirlo, han pedido una entrevista con el presidente del Gobierno y con el resto de los líderes políticos para meterles prisa....
-Creo que es misión del Consejo y en gran medida de los presidentes de los tribunales superiores hacer ver a los políticos que la situación actual de la administración de Justicia exige la urgente tramitación de esos proyectos.
-En cualquier caso, el problema no es nuevo. Con los partidos en plena marejada electoral, ¿qué expectativas hay de que se logre el consenso necesario para aprobar estas reformas?
-No sé, eso es una responsabilidad de otros, pero, insisto, si los proyectos de ley encierran un contenido que va a servir para agilizar y modernizar la administración de Justicia, ante la actual situación, no creo que ningún juez o responsable judicial deba callarse.
-Según el barómetro de la Justicia, seis de cada diez españoles preguntados consideran que la corrupción afecta a la carrera judicial. ¿Le sorprendió?
-Sí, y me entristeció, pero yo puedo decir que, cuando miro a mi alrededor inmediato, veo algo radicalmente diferente. Nunca antes había sentido socialmente un reproche de falta de honradez. A un juez se le podía tildar de incompetente, intransigente, pero de corrupto, en casos contadísimos, y en esos pocos, siempre la autodepuración del poder judicial ha funcionado de inmediato.
«Se trata de racionalizar, no de limitar el acceso a los recursos judiciales»
De lo que se conoce sobre las reformas que están en trámite, la sensación que percibe el ciudadano de la calle es que restringe y encarece el acceso a la Justicia, sin que asegure su agilización, porque donde está el atasco es en los juzgados de instrucción, no en los órganos judiciales ante los que se recurre, las audiencias provinciales y tribunales superiores, fundamentalmente.
-¿Son inevitables esas restricciones?
-Todo eso es muy matizable. En Galicia, por ejemplo, órganos de segunda instancia como la sala de lo social y la de lo contencioso, tienen una enorme cantidad de recursos pendientes. La primera, unos 9.000 asuntos, y la segunda casi el doble. Por otra parte, la reforma no se queda en la limitación del acceso al recurso. Regula muchas más cosas. Entre ellas la agilización de los desahucios.
-¿Qué va a pasar con el derecho a la tutela judicial efectiva cuando se prive al ciudadano del derecho a una segunda instancia?
-Se está hablando de limitar el acceso al recurso, pero eso no limita ni condiciona el acceso a la jurisdicción. Entiendo que el derecho a recurrir siempre o a todas las instancias no es una cuestión estricta de tutela judicial efectiva.
-Pero los asuntos de menor cuantía son los que afectan a un mayor número de ciudadanos...
-No se trata, insisto, de limitar sino de racionalizar, en la medida de lo posible el acceso al recurso. Quizás sería deseable que toda decisión judicial fuese revisable, pero es este momento eso no es factible, so pena de incurrir en demoras terribles. Que las cuantías podían ser otras... Quizás sí, pero eso ya será un criterio del legislador.
«La nueva oficina judicial en Galicia está en la primera fase»
Miguel Ángel Cadenas está a punto de cumplir los dos años al frente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
-¿En qué han cambiado las cosas desde entonces, si es que han cambiado en algo?
-En estos momentos estamos sumidos en pleno proceso de cambio, aunque ahora con puntos concretos más o menos definidos. En noviembre del año 2008, el Consejo sacó un plan de modernización que era un esquema teórico de las reformas necesarias. Muchas de las cosas que hoy están más o menos en marcha estaban previstas en aquel plan. Lo que ocurre es que es un proceso lento y progresivo, pero sobre todo resulta un proceso bastante costoso. Quizás si nos encontrásemos en otra coyuntura económica, este proceso habría estado ya más avanzado
-¿Y la nueva oficina judicial?
-Está en una primera fase de implantación de servicios comunes. Las unidades administrativas están todavía por implantar. Hay necesidad de nuevos edificios y de adaptar los actuales a las exigencias de la nueva oficina judicial.
-¿Se pondrán de acuerdo algún día la Xunta y el Concello sobre la cesión de la antigua Fábrica de Tabacos coruñesa?
-Ese es un proyecto muy importante para la Justicia en A Coruña y en Galicia. Xunta y Concello están de acuerdo en ello y están de acuerdo en que ese inmueble es el idóneo para cubrir las necesidades que tenemos. A partir de ahí, es de esperar que ambas partes tendrán la suficiente visión institucional para, con el diálogo oportuno, conseguir superar sus actuales diferencias.
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